La facilidad de ingresar a los cuarteles a cumplir el servicio premilitar ha reducido, en más de un 30 por ciento, el ingreso de los conscriptos que brindan su servicio durante un año y de forma continua. Los cuarteles no logran cubrir el cupo general que se tiene en cada reclutamiento obligatorio.
La premilitar se instituyó por las Fuerzas Armadas (FFAA) hace 12 años, desde entonces, cada año, el número de soldados reclutados es menor. Estar en los cuarteles les permite a los conscriptos acabar sus estudios mientras sirven a la Patria.
El coronel Ítalo Carrazana, comandante de la Región Militar de Tarija, indicó que los cupos para premilitares se vinieron manteniendo sobre los 972. En el caso de los soldados militares, el porcentaje es del 70 por ciento y resta aún por captar el otro 30 por ciento. No quiso precisar los datos del total de soldados, aparentemente por estrategia.
“La premilitar, sin duda, hizo que la juventud opte por brindar su servicio militar en esa modalidad estando aún en el colegio. Tenemos a muchos jóvenes de todas las unidades educativas que incluyen a las mujeres—explicó–. Tenemos un número considerable de ellos y el otro restante sin duda es el cupo de los soldados que cumplen instrucción diaria y durante todo el año”.
Añadió que el 25 de agosto vencerá el reclutamiento para prestar el servicio durante un año. En caso de no cumplirse el cupo respectivo, se ampliará como se vino haciendo en tres oportunidades durante la presente gestión. Mientras se cierra el cupo militar para los soldados, se abre la premilitar para aquello que no tuvo la oportunidad de ingresar bajo la anterior modalidad.
“Si no logramos cubrir el 30 por ciento que nos falta en la tropa de soldados se seguirá ampliando el plazo de reclutamiento obligatorio—indicó el oficial–. Al momento hemos recibido información que ya tenemos el 70 por ciento”.
En la ciudad de Tarija existen tres unidades militares una de ellas es la Fuerza Aérea Boliviana, batallón Moto Méndez y el Regimiento Padilla XX de Infantería. Las personas que llegan a cubrir esos cupos en los diferentes cuarteles son de la ciudad de Potosí, Villazón, Tupiza, Chuquisaca y una mínima parte de Tarija.
“No tenemos plata por eso entramos un año”
A criterio de los conscriptos, como L.R., dicen cumplir con un año de servicio porque sus padres no tienen dinero para pagarles la premilitar. Muchos deben incluso hasta dejar el colegio para presentarse a la convocatorias.
“A mí me tocaba entrar a la premilitar pero es mucha plata que se paga y mi familia apenas está. Yo vengo de Uyuni con mis dos amigos que entramos en el primer escalón y la verdad somos pocos—explicó L.R. quien pidió reserva en su nombre–. Muchos de mis camaradas incluso pretenden lograr su librera e irse a trabajar”.
El lema de “entrar al cuartel para ser hombres” se sigue manteniendo en la mente de los soldados, quienes tienen edades entre los 17 y 21 años.
Para el premilitar, el cuartel es una experiencia más
Los premilitares consideran una experiencia más entrar a cumplir su servicio dentro de una institución castrense. Algunos toman el entrenamiento como un juego, otros como un reto y algunos sólo por experimentar y nada más.
“La verdad, todo es algo nuevo para nosotros, en mi caso es una experiencia más porque la instrucción que nos dan es lo básico a lo que les instruyen a los soldados. Tengo compañeros que lo ven como un juego y no un servicio—indicó Andrés B.–. Aquí aprendemos a disparar, orden cerrado y bueno los castigos que son comunes (chocolateadas) y bueno a veces nos arrestan”.
Algunos padres de familia consideran que la premilitar se convirtió en un fin económico y no de servicio. “De todo y nada les sacan plata para todo—indicó Jorge Meriles–. Deberían concentrarse de enseñarles más y no pedirles plata y plata”.
elAPUNTE
El servicio militar es más flexible que antes
Oficiales de ejército que están jubilados, consideran que el servicio militar es más flexible que años antes. Las sanciones por indisciplina, los tratos y la convivencia misma son más tranquilos.
El comandante de la Región Militar, coronel Italo Carrazana, reconoce que antes el soldado debía permanecer encerrado y sin muchos privilegios como los que gozan ahora.
“Muchos cambios existen dentro de las FFAA, todo es más flexible desde la instrucción y el trato que reciben–indicó Carrazana–. Las labores de los soldados al margen de ser preparados con instrucción, tienen una labor social”.
La última propuesta del Gobierno es premiar a los soldados más destacados para cursar en escuelas militares.
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