La embarcación, que partió de Iskenderun (Turquía) el 27 de agosto y que después fue interceptada por la Guardia Costera de Grecia con armas que tenían a Libia como destino final, adquirió bandera boliviana en enero, luego de que el Ministerio de Defensa constatara que tenía todo en orden y pagó el monto anual de $us 3.840 para convertirse en un buque con bandera boliviana.
“Cancelaron ese monto en enero, apenas se confirmó que cumplían con todos los requisitos. Esto va más allá, debemos demostrar que no hemos perdido nuestra cualidad marítima. Estos problemas se presentan en todo el mundo”, explicó el capitán de fragata, José Ángel Carrasco, jefe de la Unidad de Registro de Seguridad de la Navegación en Bolivia.
El contralmirante Omar Yáñez, director general ejecutivo del Registro Internacional Boliviano de Buques (RIBB), explicó que la embarcación estaba autorizada “para tener bandera boliviana, solo eso. Quiero aclarar que entregamos la certificación, pero después el dueño del buque lo que haga con ese certificado o lo que transporte es de responsabilidad personal”.
El jefe militar señaló que Bolivia se constituirá “en víctima y parte querellante, porque somos los que en realidad confiamos en el dueño de esta embarcación para que realice el comercio marítimo legal y no ilegal”, agregó.
Además, el jefe militar aseguró que el control corresponde a las Aduanas de los países por donde transita y que el país monitorea las embarcaciones, pero no se responsabiliza de la carga. La empresa que compró los derechos es Haddad Shipping CO, la embarcación fue construida en 1976, en Camboya
No comments:
Post a Comment