Las Fuerzas Armadas de Bolivia (FFAA) no cuentan con una cárcel para que los procesados por la justicia militar cumplan una condena. Cuando se dicta una sentencia los culpables son enviados a carceletas, donde pagan por su delito.
"Es cierto que no se cuenta con una cárcel en la justicia militar. Una vez que se saque una sentencia tienen que cumplir esa sanción y desde luego que están yendo simplemente a las carceletas que tenemos en las tres fuerzas”, explica el presidente del Tribunal Permanente de Justicia Militar, Eduardo Fernández.
Este fue el caso de varios procesados que tuvieron que estar recluidos en estos ambientes, pero por períodos de tiempo cortos, semanas, meses, rozando como máximo el año, según el general.
Pero ahora al menos tres suboficiales podrían cumplir una condena mínima de dos años en las carceletas si se comprueba su culpa al participar de las movilizaciones de abril y mayo en las que militares de bajo rango exigieron un mejor trato.
El expresidente de la Asociación Nacional de Suboficiales y Sargentos de las Fuerzas Armadas (Ascinalss), Jhonny Gil, guarda detención preventiva en el Estado Mayor del Ejército, acusado por los presuntos ilícitos de rebelión, sedición, estado de sedición y motín. Según el Código Penal Militar, las penas oscilan entre los dos y 10 años de reclusión.
Los suboficiales Franklin Colque y Freddy Sucojayo también están detenidos preventivamente en la carceleta de la Primera Brigada Aérea de El Alto. Ambos son procesados por los mismos presuntos delitos que Gil. En los tres casos, la defensa presentó la solicitud de cesación a la detención preventiva.
El Tribunal de Justicia Militar rechazó las solicitudes porque "la libertad provisional no procede cuando el delito es flagrante y la pena sea mayor a tres años, cuando existiere indicios de haber cometido delitos contra la seguridad del Estado y cuando se presuma que pueda fugar”.
El abogado de Colque y Sucojayo, Alberto Costa Obregón, dijo que el hecho de que las FFAA no cuenten con cárceles es una "violación de las garantías constitucionales de cabo a rabo. En el sistema penitenciario no puedes improvisar y en ninguna parte del mundo se admiten carceletas”.
Anteriormente el jurista criticó el estado de los ambientes en los que estaban sus defendidos; sin embargo, después de las denuncias, hubo una remodelación de estos espacios.
Fernández muestra unas fotografías en las que se ve a Sucojayo y Colque en habitaciones espaciosas, una mesa plástica con varias sillas, paredes recién pintadas, un patio "de recreación” y lo que parece un majadito (plato del oriente), "que es lo que se les sirve”.
Si los suboficiales fueran condenados, la carceleta "tiene las condiciones para albergarlos”, dice Fernández, pero añade que es "urgente” la construcción de una cárcel específica para los procesados en la jurisdicción militar.
Es así que el año pasado, el Tribunal Permanente de Justicia Militar, presentó ante el Ministerio de Defensa el Proyecto de Reclusión Militar para las Fuerzas Armadas, una carpeta de varias hojas en la que figuraban planos, cálculos y cifras. El monto total, según el proyecto, para la construcción de dicha cárcel es de 7.232.172 bolivianos.
Fernández confía en una pronta respuesta al proyecto. Espera que el próximo año inicie la construcción, "pero primero el proyecto se debe aprobar”, dijo.
Punto de vista
Verónica Sánchez, secretaria de la APDHLP
"No deberían haber dos justicias”
Las Fuerzas Armadas no deberían tener un código procesal diferente del que maneja el resto de los ciudadanos. No deberían haber dos justicias diferenciadas, en una donde se aplica la pena de muerte mientras la otra dice que eso no está permitido.
No deberían haber dos tipos de normativas, habiendo una sola que para todos es la Constitución Política del Estado.
Tradicionalmente el Ejército tiene sus calabozos, pero particularmente yo no estoy de acuerdo con esto. Si se retiene por alguna infracción y se les priva de libertad, se los debería tener en mejores condiciones y no como ocurrió en la fuerza aérea de El Alto donde, si no era por las denuncias, no hubieran mejorado las carceletas.
Yo creo que en este país deberíamos estar regidos por un sistema que de sanciones pero para todos por igual. ¿Por qué tiene que haber una justicia militar diferenciada de la civil? Por principio no estoy de acuerdo de esta doble situación y peor cuando en su normativa se considera la pena de muerte.
Magne, desaparecido sin orden de aprehensión
El suboficial Erick Magne Chinches está "desaparecido” y la Policía Militar debe esperar la orden de aprehensión para (si lo encuentran) llevarlo ante las instancias competentes para que declare sobre su participación en las movilizaciones de militares de bajo rango, en abril y mayo pasados.
El 21 de abril el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, informó que cuatro representantes de Ascinalss fueron retirados de las FFAA por desacato a la autoridad militar, entre ellos estaba Magne y el Suboficial Lorgio Cartagena Tamo.
Dos días después, comenzaron las declaraciones de "clandestinidad” ante la supuesta persecución iniciada por el alto mando, y desde entonces se desconoce el paradero de los dos militares.
El presidente del Tribunal Permanente de Justicia Militar, Eduardo Fernández, explicó que aún no se cuenta con la orden de aprehensión para Magne, quien "hasta el momento permanece desaparecido”, y que una vez que ésta salga, la Policía Militar podrá capturarlo.
En el caso de Cartagena ya salió dicha orden, sin embargo su defensa presentó una apelación por lo que el proceso pasó a la justicia ordinaria y ahora la decisión de si la orden de aprehensión procede o no está en manos del Tribunal Supremo de Justicia, con sede en la ciudad de Sucre.
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