La presentación duró aproximadamente una hora, en ese tiempo, los intérpretes transportaron al público a un espacio y tiempo del imaginario individual. Asimismo, recordar los arpegios dirigidos por el director de la Banda de Música, el suboficial Juan Carlos Suna de la Segunda División de Ejército, fue una experiencia poética.
El sonido de cada instrumento fue protagonista, la fusión de los mismos tuvo como resultado una melodía exacta y definida en su género y procedencia musical, porque cada uno de los temas interpretados narró una historia de gloria en tiempos de paz.
Como una corona, los cerros que embellecen el paisaje del casco viejo y el espectáculo astral se difuminaban en el éter del ramillete de melodías ofrecido por la Banda de Música que acompañó el crepúsculo mientras la venus, la primera estrella que se distingue a la entrada de la noche, destellaba su fulgor.
La pincelada musical, ofrecida por el grupo de músicos del Ejército, nos demostró una vez más que no se limitan a la interpretación de marchas, también existe en su repertorio que refleja historias a través de melodías dulces, alegres, tristes y gloriosas.
La Banda de Música también se presentará en la demostración gimnastica del Ejército a desarrollarse en el estadio Jesús Bermúdez acompañando a los conscriptos en la demostración del domingo 7 de agosto con otro tipo de repertorio con ritmos nacionales más vigorosos.
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