Wednesday, August 10, 2016

Cadetes asumen la carrera militar como una forma de vida

Ximena Quipildor Saavedra es cadete de cuarto año y está a punto de cumplir su primera meta, graduarse de la Escuela Naval Militar como parte de la primera promoción de oficiales mujeres formadas en Bolivia.

La Escuela Naval de Bolivia forma a oficiales, hombres y mujeres, y funciona desde 2014 en Carcaje, municipio de Tolata. Antes de trasladarse a Cochabamba, se encontraba en la ciudad de La Paz. Desde el año 2013 recibe a damas cadetes.

“Ser militar no es solamente una carrera, sino una forma de vida”, afirma la cadete de cuarto año.

Destaca que cada día es un desafío para las cadetes que estudian en la Escuela Naval porque aprenden algo diferente y se desenvuelven a la par de los varones, en las mismas condiciones, y demuestran la valía que tienen.

Quipildor señala que desde muy pequeña se sentía ya parte de la Armada porque su padre era oficial naval y siempre le llevaba a los acontecimientos de la institución.

Su padre fue becado para viajar a Venezuela y al retornar al país le contaba sus experiencias en ese país, lo que iba despertando su curiosidad.

De los casi cuatro años que está en la Escuela Naval, la cadete de cuarto año destaca la disciplina, la parte académica y la instrucción que realizan todos los días.

Cuando egrese de la Escuela Naval, con el grado de alférez, apunta a especializarse en Administración para el Desarrollo, una de las ramas que pueden elegir las oficiales tras tres años de cumplir la parte operativa.

Al ser consultada sobre la inclusión de las mujeres en las Fuerzas Armadas, la cadete afirma que se está avanzando en este aspecto, y un ejemplo claro es su admisión en todos los institutos militares de Bolivia.

DISCIPLINA

Levantarse temprano en la mañana, tender la cama, alistarse en pocos minutos y salir a desayunar junto con los otros cadetes se ha convertido ya en rutina para la cadete de tercer año Nayra Calcina Galileo.

Cuando todavía era civil, ella disponía de su tiempo, se levantaba a la hora que deseaba y se tomaba todo el tiempo necesario para arreglarse. Sin embargo, desde que ingresó a la Escuela Naval, en 2014, su rutina cambió. Ahora tiene el tiempo medido para todas sus actividades y las debe realizar a determinadas horas.

Asegura que al principio le costó este cambio, pero se fue acostumbrando rápidamente y ahora es normal para ella realizar todas estas actividades junto a los otros cadetes.

En su caso se animó a seguir esta carrera porque tiene algunos familiares que forman parte de la institución. Un primo suyo es militar y ella quiso seguir sus pasos.

Calcina está convencida de que las mujeres militares, de la Armada Boliviana, aportarán al desarrollo de Bolivia con su presencia en esta institución.

Cuando ingresó a la Escuela Naval, en 2014, en su curso había 57 mujeres. Este número se ha reducido drásticamente hasta 7.

La mayor parte de las cadetes fueron alejadas de la institución porque no rindieron en la parte académica, tal como exige la Armada Boliviana.

La cadete asegura que cada día es un reto permanecer en la Escuela, desde el momento en el que despiertan hasta que se acuestan.

DERECHO

Los padres de Raquel Aleida Fortún Ottich querían que su hija estudie Derecho en la universidad, sin embargo, ella ya había decidido, iba a ingresar en la Escuela Naval Militar.

Entró el año 2014 y ahora cursa el tercer año. La próxima gestión debe graduarse como parte de la segunda promoción formada en el país.

Paceña de nacimiento, esta joven cadete proviene también de una familia que tiene amplia tradición militar.

Asegura que su experiencia en la Escuela Naval ha sido muy enriquecedora para ella en los tres años que está porque aprende a manejar armas y se instruye en la estrategia militar.

BUEN DESEMPEÑO

Debora Sabrina Osorio y Cecilia Vivanco son dos instructoras de Argentina que trabajan en la Escuela Naval, como parte de la cooperación que existe entre Bolivia y ese país.

Ambas tiene el grado de tenientes de corbeta y aseguran que el desempeño de las damas cadetes bolivianas es muy bueno, más aún tomando en cuenta de que son las primeras promociones que se forman en Bolivia.

Vivanco considera que las cadetes se han integrado bastante bien en la Escuela y trabajan junto con los hombres sin mayores dificultades y realizando las mismas actividades.

Tienen un simulador de navegación

Cadetes de tercer y cuarto año (hombres y mujeres) se entrenan en un simulador de navegación que se instaló en la Escuela Naval Militar.

La institución realiza actualmente las gestiones para adquirir un simulador moderno.

En la imagen se puede observar a una cadete de tercer año durante una práctica.

La Escuela Naval funciona desde 1973

La Escuela Naval Militar fue creada mediante Decreto Supremo el 28 de septiembre de 1973, durante el primer gobierno del presidente Hugo Banzer Suárez.

Un año después, mediante orden del día, se constituyó como fecha aniversario del instituto cada 13 de octubre en homenaje a la fecha de nacimiento de Eduardo Abaroa.


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