Padres de familia de los conscriptos destinados a la Base Naval Ramón Darío Gutiérrez, en la provincia Itenez de Beni, denunciaron supuestos abusos cometidos en contra de los soldados, los cuales son sometidos a trabajos de chaqueo “para beneficio económico de los comandantes”. Liliana Guzmán, responsable de Derechos Humanos en el Ministerio de Defensa, desestimó las denuncias, y con el fin de minimizar el hecho, increpó a los padres, asegurándoles que no solucionarían nada llamando a los medios de comunicación, pues a los periodistas “sólo les gusta el protagonismo y el show”.
Sin dar una información clara sobre el diagnóstico y las causas por las cuales tres de los 118 conscriptos fueron trasladados vía aérea a Coorporación del Seguro Social Militar (Cossmil) de La Paz, Guzmán manifestó que, a partir de este hecho, se iban a tomar las medidas necesarias para que las condiciones de vida en los cuarteles mejoren y que lo ocurrido en la base naval no era grave.
A pesar de todas las afirmaciones y las explicaciones a los padres de familia, Guzmán no logró aplacar la molestia y preocupación de los varios padres de familia que se hicieron presentes a las puestas del complejo hospitalario.
Ante el hermetismo de oficiales militares, que designaron policías militares en cada una de habitaciones de los conscriptos, los padres afirmaron que los tres soldados internados, habían sido amenazados para no denunciar los abusos.
Los padres aseguran tener las declaraciones e imágenes tomadas por los conscriptos de las gestiones pasadas que además le dieron fotos del grado de deterioro y carencias que pasan.
Sobre el cuadro de salud de los conscriptos internados mencionaron que uno presentaba una infección estomacal grave a causa de consumir agua del río ante la falta de agua potable y letrinas en el lugar. Otro, presenta una lesión y el más grave una picadura de una araña.
Dicha picadura, que no está claro que sea de insecto, según el relato de otros conscriptos que sí lograron comunicarse con sus padres, se debió a que estos chaqueaban una zona y ante la carencia de botas y uniforme adecuado fue picado por una araña, causándole delirios y presenta convulsiones.
Las madres, rodeando a la representante del Ministerio de Defensa, declararon que no cesarán sus protestas hasta que los 118 conscriptos retornen a La Paz o se destituya a todos los instructores.
Un oficial, miembro del ejército, pidiendo reserva de su identidad, aseguro que las denuncias son ciertas pues al estar en una zona alejada, los conscriptos padecen de hambre y que no existen condiciones de salubridad, por lo cual dan la razón a los sargentos y suboficiales de las Fuerzas Armadas que marcharon en abril del 2014 pidiendo que este tipo de casos dejen de suceder pues se debe a una formación discriminadora que inicia desde el ingreso a los centros de formación militar.
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