Las Fuerzas Armadas y el Ministerio de Defensa, como cabeza de sector, no sólo tienen que trabajar en la nueva doctrina, sino que tienen que desarrollar un conjunto de tareas, desde el mejoramiento de infraestructura, planificación doctrinaria y la homogeneización del material bélico.
Esa opinión la hizo conocer ayer el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, en el programa ‘El pueblo es noticia’, que emiten Bolivia TV y la Red Patria Nueva, al ser consultado sobre el discurso del presidente Evo Morales, el sábado en el Colegio Militar del Ejército, donde alertó sobre el nuevo fenómeno del conflicto y de la guerra.
Quintana se refirió al rol que han cumplido las FFAA en la época neoliberal y ahora en el marco de la nueva Constitución Política del Estado y del proceso de cambio.
En el marco del modelo neoliberal desde 1985 hasta el 2005, las FFAA fueron, según el Ministro, “prácticamente desmanteladas, no sólo materialmente, sino también ideológicamente”.
El Presidente mencionó las características de la misión de las FFAA en la época neoliberal. Primero, fueron replegadas de las fronteras hacia las ciudades para encargarles la tarea del control social, “se desmantela el vínculo de las FFAA con el territorio, estaban más preocupadas las FFAA y sus comandantes, al amparo de los gastos reservados, para contener las expresiones de rebelión de las organizaciones sociales”.
“Eso distanció a la institución castrense con la sociedad, una vez que las FFAA operaban como una policía evidentemente represiva, pero que además estaba subordinada a intereses políticos partidarios que estaban articulados a intereses extranjeros”.
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FF.AA y el pueblo
Quintana subrayó que la segunda característica es que encontramos a las FFAA, después de 20 años de neoliberalismo, desmoralizadas, abatidas moralmente “su disputa psicológica, en términos de función, era con la Policía, es decir, el espejo de las FFAA no era la defensa nacional, el espejo de las FFAA era la Policía, porque las habían asociado a la institución verde olivo en términos de represión a las organizaciones sociales”.
“Encontramos unas FFAA con un helicóptero Lama, encontramos a la FAB con una avioneta bimotor de los 80, TAM volaba con un par de aviones que estaban a punto de colapsar, no había el TAB; en el Ejército, los cuarteles a punto de caerse, la Armada dependía de la Fuerza de Tarea los ‘Diablos Azules’, creo, dependían de la Embajada de EEUU, el Comando en Jefe de las FFAA era prácticamente dependiente de cualquier orden, de cualquier sargento del grupo militar extranjero”, subrayó.
“Eran unas FFAA que habían sido desmanteladas al extremo que vendieron la mayor parte de las empresas, es decir las privatizaron, desde Jaime Paz Zamora, junto con su mago de la privatización Samuel Doria Medina, con Gonzalo Sánchez de Lozada y con el propio Hugo Banzer, privatizaron todo, lo único que faltaba era privatizar eran los cuarteles”.
En esa situación las empresas transnacionales se montaron sobre los hombros de las FFAA para que protejan su patrimonio, “se transnacionalizaron las FFAA en condición de policía. Las FFAA controlaban los pozos petroleros, pero ¿quién pagaba?, Petrobras, la British Petroleum, Repsol, etcétera”.
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