A un año de la detención de los suboficiales militares que organizaron una revuelta contra la descolonización en las Fuerzas Armadas (FF.AA.), sus familiares aseguran que se encuentran en condiciones deplorables.
La dirigente de las esposas de los suboficiales de las FF.AA., Sandra López, señaló que tras las marchas protagonizadas por los militares de bajo rango, los familiares son vigilados con cámaras y perseguidos. Además, dijo que las familias fueron "desmembradas" y las esposas retiradas de las viviendas familiares.
A la fecha los suboficiales Johnny Gil, Freddy Sucojayo y Franklin Colque aún se encuentran detenidos y 20 militares han sido procesados y enviados a las fronteras como forma de castigo. Los detenidos están en condiciones infrahumanas, dijo su abogado Alberto Costas Obregón. "No están en celdas, sino en jaulas", enfatizó. No obstante, el Ministerio de Defensa dio a conocer que existen mejoras en las condiciones de los detenidos.
El conflicto empezó el 3 de abril de 2014, cuando los suboficiales y sargentos publicaron un anteproyecto de ley en el que plantean la descolonización de las Fuerzas Armadas y la eliminación de la discriminación entre oficiales y suboficiales. Los suboficiales reclamaron acceder a grados superiores, mejores salarios y posibilidades de estudio. Estos pedidos fueron apoyados por sus familiares y por diversos movimientos entre ellos los "ponchos rojos" quienes dijeron que son sus hijos los que estaban siendo discriminados.
López, en entrevista con radio Erbol, dijo que autoridades de gobierno tildaron las movilizaciones y demandas como conspirativas y que estaban siendo apoyadas por agrupaciones políticas, lo cual negó y manifestó que aún existen militares de primera y de segunda a nivel salarial.
No comments:
Post a Comment