El año pasado la Contraloría General del Estado (CGE) advirtió al entonces comandante general de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB), Juan Gonzalo Durán, que dejara de hacer contratos por excepción. Según el Decreto Supremo 181 éstos no eran su atribución, sino la del Ministro de Defensa.
Pero Durán siguió con la autorización de compras directas a la empresa Servicios Aeronáuticos Especializados (SAE) para adquirir repuestos de aeronaves.
El general, hoy comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas (FFAA), explicó ayer que su actuación después del aviso de la Contraloría no fue por un capricho personal, sino que se enmarcó en la norma y cumplió instrucciones superiores.
"Hemos actuado, se emitieron disposiciones en la FAB, tenemos instrucciones superiores por las cuales hemos actuado. Es muy difícil que un comandante actúe por sí solo”, explicó Durán.
La autoridad dijo que la CGE tiene su interpretación de la norma. El Decreto Supremo 181 establece que sólo la Máxima Autoridad Ejecutiva (MAE) puede firmar contratos por excepción, y este título recae en el ministro.
Pero -según el comandante- la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA) reconoce que un comandante de fuerza tiene esa atribución. Ahora se trata de establecer qué norma debe prevalecer.
"No puedo decir que vulneré nada. Reitero, cumplí la norma y las instrucciones superiores”, sostuvo Durán.
En el Ministerio de Defensa ya empezó una auditoría de la gestión del general a cargo de la FAB. El militar manifestó que se debe aguardar el resultado y recién sacar conclusiones, caso contrario "no sólo se daña a una persona, sino a toda una institución”.
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