En Sanandita: Esposa de un militar se quitó la vida por los abusos que recibía

Ingirió órganos fosforados porque su marido la golpeó, delante de su madre, en la madrugada de este último fin de semana.

Mario Enrique Espinoza

Un caso de “homicidio suicidio” se dio en el Batallón de la Escuela de Cóndores de Bolivia Esconbol en Sanandita, donde Heidy Lizeth Zurita Zapata de 28 años se quitó la vida ingiriendo órganos fosforados, porque su marido la golpeaba, informaron el jefe de Relaciones Públicas de la Policía Boliviana, Luis Carvajal y el fiscal departamental, Gilbert Muñoz Ortiz.
El fiscal acotó que el pasado 31 de julio se procedió a la aprehensión de uno de los jefes del Batallón, Gerson Taboada Arteaga de 40 años de edad, quien era esposo de la fallecida por el hecho de posible homicidio suicidio.
Según declaraciones preliminares de la madre, quien lamentablemente fue testigo de los maltratos físicos que recibió ella ese fatídico 31, en horas de la madrugada, maltratos que la llevaron a tomar la decisión de quitarse la vida.
Fuentes extraoficiales señalaron que este sábado y domingo pasados, en ese Batallón se estuvo festejando debido a que hubo clausura de instrucción impartida a oficiales castrenses de todo el país.
Familiares y amigos intentaron salvarle la vida trasladándole desde Sanandita, (22 kilómetros de la ciudad de Yacuiba) al Hospital Rubén Zelaya de Yacuiba, donde le realizaron un lavaje de sus órganos internos.
Pero tras hacer esta labor, decidieron trasladarla de manera inmediata a otro nosocomio de la ciudad de Santa Cruz donde finalmente perdió la vida.
La Fiscalía tuvo que conformar un equipo de fiscales para llevar adelante el caso y este equipo decidió secuestrar todo el historial médico del caso para poder realizar las investigaciones a partir de ahora, acotó Muñoz.
La Fiscalía hasta el mediodía de ayer tenía plazo para presentar la imputación formal contra el implicado en este caso de “homicidio suicidio”.
Carvajal acotó que el implicado en sus primeras declaraciones sostuvo que ella era profesora y que ambos estaban consumiendo bebidas alcohólicas y que de pronto ella sintió dolores de estómago.
Fue por esta razón que primero la trasladaron a la clínica San Roque de Yacuiba y posteriormente los familiares deciden llevarla al Hospital Rubén Zelaya, de donde también determinan derivarla a Santa Cruz y fue en el trayecto que llegó a fallecer.
La Policía Boliviana, al conocer el deceso, decide trasladar al implicado en calidad de aprehendido a celdas de la institución para iniciar las investigaciones y trasladar el caso a la Fiscalía de Yacuiba.