Santa Cruz Premilitar zonificado acabará odisea por cupos

Gustavo Vargas (17), del colegio Panamericano, hizo fila durante cuatro días para conseguir un cupo en el servicio premilitar, pero al momento de presentar sus documentos le indicaron que le faltaba un certificado de buena conducta de su colegio. Hasta que lo consiguió perdió su lugar y pasó a una lista de espera, de donde saldrán los sustitutos de quienes no aprueben la revisión médica. De no ser llamado, el próximo año no podrá postular pues ya tendrá 18 años.

Gonzalo S., padre de familia, también señala que vivió una odisea para poder inscribir a su hijo en el servicio premilitar. Contó el recorrido que hizo por los regimientos militares GADA 93, Naval, Octava División y Policía Militar en busca de un cupo.

Desde las 16:00 del 28 de octubre, hasta las 13:00 del 1 de noviembre, ambos se desvelaron, durmieron en la calle, se asolearon y estuvieron a empujones con militares. Al final consiguieron un cupo en el Colegio Militar de Aviación.

Ante este “suplicio”, como fue calificado por algunos de los miles de padres de familia y adolescentes que lo vivieron, el ministro de Defensa, Reymi Ferreira, indicó que ya se viene trabajando en una alternativa. “Se va a asignar cupos a los colegios que estén en el mismo distrito de los regimientos militares; por ejemplo, en Santa Cruz, los estudiantes de colegios del distrito 11 (centro de la ciudad) irán a la Octava División porque está en esa zona”, explicó.

La zonificación se está trabajando con el Ministerio de Educación y luego se deben firmar convenios con los municipios para que permitan el uso de colegios para la instrucción premilitar. “Primero vamos a habilitar los regimientos donde no se oferta el premilitar, y donde haga falta, se solicitarán unidades educativas a los municipios. Esto ya se está haciendo en lugares como Guarayos y Samaipata, donde no existen unidades militares”, aseveró.

De haberse implementado este año, Danny N. no hubiese tenido que pedir permiso en su trabajo durante tres días para conseguir un cupo para su hijo.

Danny, junto con otras madres, ya amistadas por compartir el “sufrimiento” durante cuatro días y tres noches, se quejaban de estar “quemadas” por el sol y cansadas por “mal dormir” en la calle.
Las mujeres, que hicieron fila en el GADA 93, por la zona de El Trompillo, expresaron su indignación pues no se respetaron las listas que ellas habían organizado. Gritaban que había “padrinazgos”, “recomendados” y otros que “pagaron por cupos”. También aseguraban que tenían un video en que registraron una coima, pero se niegan a denunciarlo por temor a represalias contra sus hijos