En acto similar, pero en las diferentes unidades militares acantonadas en el departamento de Oruro, ayer por la mañana, 1.300 soldados prometieron lealtad, cariño y respeto a la Patria, tras ser licenciados del servicio obligatorio que cumplieron por un año, como parte del primer escalón de la gestión 2014.
El acto se realizó en los regimientos de Curahuara de Carangas, Corque, Huachacalla, Challapata y Uncía, pero especialmente se lo hizo en el Regimiento de Artillería I "Eliodoro Camacho", donde acudieron familiares y amigos de los soldados que dejan atrás el uniforme camuflado, para integrarse a la sociedad, con mayores virtudes, valores y esencialmente respeto a los símbolos patrios.
El comandante de la Segunda División de Ejército, coronel Víctor Hugo Canedo Maldonado, junto al comandante del Regimiento Camacho, teniente coronel Isaac Pérez y otras autoridades militares, presenciaron el acto, que fue caracterizado por el fervor con el que los conscriptos, entonaron los himnos como Marcha al Mar o el Himno al Ejército sin dejar de lado los gritos de guerra y código de honor del soldado boliviano que pronunciaron por última vez en el Regimiento Camacho, los 224 soldados y los 30 de la compañía Comando y Servicios.
"Es una fecha bastante significativa ya que la institución castrense tiene la oportunidad de licenciar a una buena cantidad de ciudadanos bolivianos retornando al seno familiar, a la sociedad, son aproximadamente unos 1.300 soldados distribuidos en las diferentes unidades acantonadas en la jurisdicción", afirmó el coronel Canedo.
AGRADECIMIENTO
En la conclusión del acto el cabo René Fernández Miranda en representación de los soldados licenciados, emitió palabras de agradecimiento que hicieron derramar algunas lágrimas ya sea de los uniformados o de los asistentes que despertaron el sentir de añoranzas.
"Quiero agradecer a nuestro Divino Creador por permitir formar parte de nuestro gran Regimiento Camacho, por abrirnos sus puertas y ser parte de su historia, también agradecerle al personal de instructores quienes con paciencia y esmero nos transmitieron sus conocimientos en cuanto al manejo de las armas, valores como el respeto, lealtad, disciplina, civismo, amor a la Patria, virtudes que nos fortalecieron como personas durante nuestra permanencia y que nos servirán en nuestro diario vivir", expresó el cabo Fernández.
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