Wednesday, October 29, 2014

El capitán del buque hundido conoció la nave dos días antes



Según el informe sumario de la Armada Boliviana, al que tuvo acceso La Razón, el capitán del buque TNR-12 que naufragó en la hidrovía Paraguay-Paraná, Edson Mercado Ortiz, conoció la nave solo dos días antes de iniciar el viaje en el que, en un accidente, murieron dos personas.

El hundimiento se dio el 23 de septiembre, cuando la nave siniestrada era una de las cinco utilizadas en una travesía de instrucción de la Escuela Naval Militar entre Puerto Quijarro (Bolivia) y Asunción (Paraguay). En este accidente fallecieron la periodista Liliam Ortega y el subrigadier Jesús Quispe, cuyos cuerpos fueron encontrados 24 horas después del siniestro.

El informe en conclusiones sostiene que “de acuerdo con la declaración del TN.CGON Edson Harold Mercado Ortiz éste desconocía las características del TNR-12 porque no se encontraba a su cargo dicha lancha antes de esta operación, y que la organización final para la travesía habría sido publicada en el Tablero de Órdenes de la Base Naval (Tamengo) el 20 de septiembre, o sea dos días antes”.

Procedimiento. Mercado, según el informe, aclaró que por información básica en datos que tiene Tamengo, este artefacto naval que se hundió podía transportar entre 12 y 15 toneladas (t) de carga, y esta navegación llevaba 10,6 t, básicamente compuesta por 9.300 litros (l) de diésel, 800 l de lubricantes y 500 l de agua potable.

El jefe militar encargado de la embarcación siniestrada, en sus declaraciones informativas ante el juez sumariante C. Almte. Marco Arenas, aseguró que a él le entregaron el TNR-12 ya cargado y sin la posibilidad de verificar la “estanqueidad” de la chata, esto debido a que los ingresos a los “purones” estaban obstruidos por la carga.

En el trabajo investigativo también se identificó otra anomalía. “De acuerdo con la declaración del C/4 Franz Reynaldo Chávez Cruz no realizaron ninguna instrucción de zafarrancho (preparación de una embarcación para afrontar una acción), pero el TN Mercado les había explicado que durante la navegación se efectuarían diferentes tipos de zafarrancho”, se lee en el documento.

Entre otras irregularidades, el alférez CGON Jhonathan Franklin Calcina, segundo comandante del buque hundido, informó que un cadete le comunicó el día del accidente que estaba entrando agua a la proa, motivo por el cual fue al lugar y verificó que la chata estaba hundida en el 40%, por lo que inmediatamente ordenó al timonel que ponga “máquinas en neutro” para que no se hunda más la nave. Luego refirió que se trató de soltar los cables de acero que sujetaban a la chata, pero que no se pudo porque el seguro del guinche estaba trabado. En este caso debió utilizarse una soga especial, para poder cortarla, explicó un especialista.

Esta pericia corroboró que el buque se hundió de forma abrupta, en cuatro minutos, después de que la chata naufragara, como informó este diario el 25 de septiembre. También confirmó que la chata se sumergió con al menos 4.000 litros de diésel, además de lubricantes, y agua potable.

El ministro de Defensa, Rubén Saavedra, señaló que el Comando de la Armada Boliviana aún no emitió un dictamen por la División Jurídica de la instancia castrense y que el plazo de cuatro días ya feneció. “El dictamen establecerá la responsabilidad que se estuviera identificando, la normativa que se aplicará a esa responsabilidad y cuál será el camino a seguir (...). Todavía no se llegó a la fase de abrir proceso en contra de los responsables y será a partir de la fase sumarial”, agregó.

No hubo orden de transbordo

Datos

El informe pericial de la Armada Boliviana también indica que, según uno de los tripulantes, es extraño que en los cuatro minutos que tardó de hundirse el buque, ningún militar ordenó el traspaso de los pasajeros a otro bote.

Familia de periodista rechaza informe

La familia de la periodista Liliam Ortega, fallecida en el buque de la Armada que naufragó cerca del Fuerte Coímbra (Brasil), rechazó el sumario informativo que investigó el hundimiento, ya que las autoridades militares deslindan responsabilidades del accidente.

En el accidente también murió el subrigadier Jesús Quispe, quien estaba en su camarote descansando luego de realizar guardia toda la noche anterior al 23 de septiembre, día del siniestro.

“Lo que se indica (el informe) es una gran mentira y la periodista que declaró eso no es verdad, porque ella (Liliam) tenía una gran responsabilidad que era su hija, no le iba a dejar así. Además, todos los tripulantes dijeron en su momento que no hubo tiempo para hacer algo, lo que demuestra que es una falsedad total”, reclamó Liliam de Ortega, madre de la comunicadora que dejó a una niña en la orfandad.

Agregó que su familia recién sale del shock por la pérdida de Liliam y empieza a emprender con algunas actividades. Advirtió que la Fuerza Naval debe dar lo que corresponde por una indemnización, que ayudará a su nieta.

El informe indica que Liliam, fue advertida por su colega del riesgo que existía en el buque y, a pesar de ello, ésta siguió en su camarote manipulando su computadora personal. “La verdad histórica de los hechos y según la declaración de la señorita Claudia Alejandra Pardo Moya, reportera periodista de Bolivia Tv, ésta alertó sobre la situación a la licenciada Liliam Eddme Ortega Soto, minutos antes del naufragio, pero ella escuchó y continuó trabajando en su laptop y no salió de su camarote”, se lee en el sumario informativo.

Al respecto, la madre de la víctima aseguró que la periodista era una persona que no le importaba lo material y apreciaba la vida junto a su familia y su hija.

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