La Fuerza Aérea Boliviana (FAB) cambió de destino a 21 militares de baja graduación que se movilizaron en las recientes semanas, pese a que los jefes militares aseguraron, en el término del conflicto, que no iba a haber sanciones adicionales para los uniformados que fueron reincorporados a la institución castrense.
Un documento, al que accedió Página Siete, fue enviado por la Segunda Brigada Aérea de la FAB el 5 de mayo de 2014, el mismo día que los suboficiales y sargentos decidieron suspender sus medidas y movilizaciones para regresar a sus unidades.
Desde principios de abril, los militares de bajo rango se manifestaron públicamente en demanda de un mejor trato y sin discriminación dentro de la institución. Al mismo tiempo presentaron un proyecto de modificación de la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (LOFA).
"En el diálogo con el comandante de las Fuerzas Armadas (Víctor Baldivieso) estábamos los suboficiales más antiguos de cada grado y él nos aseguró que no habría cambios de destino y que las escuelas de postgrado iban a estar abiertas para nosotros. Nos dijo que los que fueron sancionados con el retiro obligatorio presentemos una carta de reconsideración y listo”, contó Édgar Morales, expresidente de la Asociación de Suboficiales y Sargentos (Ascinalss).
Las movilizaciones y marchas inéditas de los uniformados provocaron el rechazo del Alto Mando Militar, instancia que emitió 715 retiros obligatorios de las Fuerzas Armadas para suboficiales y sargentos. De a poco, esas sanciones fueron reconsideradas y, hasta la fecha, el 99% fue reincorporado. Los jefes militares reiteraron en más de una ocasión que los subalternos no iban a recibir sanciones adicionales.
Sin embargo, la orden del día enviada por el comandante de la Segunda Brigada Aérea emite el cambio de destino de 21 suboficiales y sargentos a diferentes lugares del país.
Los primeros siete uniformados fueron enviados de diferentes grupos aéreos del país a la Segunda Brigada Aérea, en la ciudad de Cochabamba.
El segundo grupo de 14 efectivos militares fue trasladado a unidades militares de Cobija (Pando), Villamontes (Tarija), Puerto Suárez y Roboré (Santa Cruz), Sucre y Oruro.
Al respecto, el jefe de Relaciones Públicas del Comando en Jefe de las Fuerzas Armadas, Hernán Crespo, explicó que los cambios de destino se efectuaron durante el conflicto, pero que al suspender las medidas quedaron sin efecto.
Añadió que el general Marco Antonio Rojas, encargado del análisis de las reincorporaciones, es quien debe dar una versión sobre el documento de cambios de destinos. Este medio intentó ayer contactarse con el jefe militar; sin embargo, tras constantes llamadas a su teléfono celular, éste no respondió.
El suboficial Morales sostuvo que no se cumplió el compromiso del comandante de las Fuerzas Armadas. "Continúan los cambios de destino, esto es un atropello en contra de mis camaradas que confiaron en nuestros superiores”, aseveró.
Un uniformado que fue enviado a Tarija se comunicó con este medio para confirmar que la anterior semana tuvo que viajar a presentarse en su nueva unidad. "Si no lo hacía me iban a sancionar más. No nos queda otra. Hemos luchado por algo digno, pero aún así seguimos siendo sancionados”, sostuvo.
Un suboficial que prefirió mantener el anonimato informó que sus camaradas continúan en vigilia. "Tenemos que hacernos escuchar de alguna manera. Vamos a esperar”, afirmó.
Testimonio
suboficial que vive ahora en Cobija, Pando.
"Estoy en Cobija sin mi familia”
Me entregaron mi notificación de cambio de destino la anterior semana. Estoy ahora en Cobija sin mi familia. Tengo camaradas que están en la frontera. Es mentira lo que dice el Alto Mando, que todos estamos en nuestras unidades de origen. Nos dispersaron en toda la frontera, tampoco estamos pasando clases en las escuelas técnicas.
Somos como 50 camaradas que fuimos cambiados y no hemos tenido oportunidad de apelar porque nos dieron el cambio de inmediato. Los casados tienen 15 días para presentarse en su nueva unidad; los solteros, ocho días. El que no se presenta directamente es sujeto a sumario.
Yo participé en las movilizaciones, en las marchas, y como tomó conocimiento el Alto Mando ejerció ese tipo de represalias con nosotros. Nos están separando de nuestras familias, porque no podemos cambiar de colegio a nuestros hijos. La vida es cara en las fronteras.
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