Familiares del general en retiro, Carlos Sejas Calicho, se presentaron ayer en la Fiscalía de Distrito de La Paz, con el fin de pedir que se conforme una comisión de fiscales para investigar el posible robo y asesinato del militar y dos acompañantes, cuyos cuerpos fueron hallados al interior de un vehículo en el lugar denominado Retama en Caranavi, el pasado lunes. La Policía del lugar calificó el hecho como un accidente de tránsito, criterio que causó molestia en pobladores de Guanay.
“Hasta el día del hoy no lo conocemos al fiscal que supuestamente estaría a cargo del caso en la localidad de Caranavi. La única comunicación que hemos tenido ha sido vía telefónica, pensábamos que se iba a constituir en el lugar donde se han levantado los cadáveres, tampoco lo ha hecho, por ese motivo es que nosotros estamos aquí, pidiendo al Fiscal Departamental que se constituyan los investigadores para hacer las pericias correspondientes, la inspección ocular y la reconstrucción del hecho”, declaró Freddy Cuentas, abogado de la familia Sejas.
El lunes, la Policía halló los restos del general de Ejército, Carlos Sejas Callicho, Juan Pablo Gómez Mamani y Eusebio Ramírez Sáenz en la parte baja de un barranco en la carretera que une a Teoponte y Tomache, todos miembros de la cooperativa minera Zepita.
El destino inicial de los cooperativistas era Guanay, a donde llevaban el cerebro electrónico de una maquinaria industrial, pero además transportaban 500 gramos de oro, valuados en 20 mil dólares.
Cuentas mencionó que ante ausencia del Ministerio Público se remitieron a una serie de elementos recolectados por la Policía, pero además, con la ayuda de un contingente militar, los familiares tomaron fotografías y realizaron una serie de cálculos, por las que llegaron a la conclusión de que las muertes no se produjeron por el embarrancamiento y que los móviles fueron el robo del oro, para luego fingir el accidente.
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