El calor abrazador en las poblaciones de la Asunta, donde se instalan los tres campamentos tanto en Sehuane Chico, Sehuani Grande y otro en Incahuara, donde se concentran 850 soldados, que viven haciendo uso de lo que les provee la zona de forma natural, aspecto que significa que no tienen catreras adecuadas ni colchones, menos aún un sistema de higiene que permita mantener condiciones humanas para los soldados que están desde principio de año y que en tres meses deben concluir su actividad de erradicación de cultivos de la hoja de coca.
El Diario pudo evidenciar que la construcción del baño de soldados es un hueco realizado en la tierra, con pilares de caña, para hacer la apariencia de “letrinas”, de la misma manera pero con las paredes cubiertas el baño de los instructores no muestra mucha diferencia. Si bien a 15 minutos se encuentra el río donde los soldados se pueden bañar, en temporada de lluvia los comunarios conocen la peligrosidad de estas aguas, por lo que no se logró visualizar otra condición de “duchas” que fueran construidas tanto para la tropa, como para sus instructores.
En nuestro recorrido, si bien se observó que existen más de 15 carpas las cuales son utilizadas como dormitorios, comedor, cocina, instrucción y sala de recreación, llama la atención que los soldados e instructores no cuenten con las debidas catreras correspondientes y que deban dormir sobre estructuras improvisadas realizadas con caña hueca que es extraída de las mismas plantaciones de banano.
Sobre estas estructuras de una plaza, realizadas con caña hueca, se encuentran tendido un sleeping (bolsa de dormir) y como almohada se hace uso de una frazada, las que son traídas por los propios soldados, sin que se evidencie que el Ministerio de Defensa o el alto mando Militar haya realizado alguna inversión de poder entregar por lo menos catreras adecuadas donde deban dormir los soldados e instructores quienes cumplen la orden realizada por el actual Gobierno de erradicar los cultivos de la hoja de coca en el sector de la Asunta, una zona de monte agreste.
Los soldados diariamente deben salir a realizar la erradicación de estos cultivos bajo una temperatura de más de 28ºC y al retornar de sus labores, de seguro luego de un baño en el río, deben contentarse con dormir en las catreras duras, hechas de caña hueca.
ERRADICACIÓN
Con un mapa en la mano donde se describe las zonas rojas deben realizar la erradicación de los cultivos supuestamente excedentarios, el Comandante del FTC a nivel nacional y responsable de la erradicación de los cultivos de la hoja de coca, coronel Jorge Román, dio a conocer que los 850 soldados se quedarán hasta fin de año en esas condiciones a concluir su tarea.
“Desde anteayer ya hemos podido ingresar a erradicar las plantaciones en las demás poblaciones, por lo que se calcula que San Antonio terminaremos en dos a tres días más, para luego proseguir con las otras regiones de San Antonio, Villa Porvenir, Mejillones y Puerto Aroma a ser concluidos en dos meses con la erradicación de 120 hectáreas”, indicó.
La instancia militar da cuenta que luego de los conflictos registrado el pasado mes, la zona se encuentra más tranquila, “la gente ha dejado el lugar por eso que ahora estamos trabajando sin ninguna novedad”, añadió. El coronel Román da cuenta de la existencia de dos pozas de maceración que habrían encontradas una en Pichari y otras a 15 minutos del campamento identificado como Sedroni, pero que en el recorrido realizado por la Comisión que hizo las pericias policiales, solo se encontró rastros de hoja de coca picada y seca, al interior de una supuesta poza de maceración, la misma que una de las comunarias daba a conocer que se trataba de antiguas áreas de crianza supuestamente de peces.
Al momento en los Yungas se llegó a erradicar 1.300 y queda 200 hectáreas a ser erradicadas en los próximos meses.
En cuanto a la existencia de personas extranjeras, el responsable de la FTC dio a conocer que fuera de haber solo denuncias a la fecha no fue vista ninguna persona foránea al sector.
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