La defensa de uno de los instructores del Regimiento de Caballería Ingavi, que está acusado de obligar a comer excremento a un premilitar, manifestó que luego que se realizó la Inspección Técnica Ocular (ITO) al lugar de los hechos ayer, y donde el denunciante no pudo reconocer el terreno, pedirán que se realice la reconstrucción de los hechos.
Frank Campero, abogado de uno de los militares, explicó que ayer se realizó la inspección para determinar el lugar donde se habrían suscitado los hechos ya que la víctima tendría que señalar dónde él habría sido golpeado y todas las otras denuncias.
“Se estableció que el lugar es un campo abierto y todos los presentes hubieran visto lo ocurrido, sin embargo, el premilitar señalaba otros lugares donde pasaban ellos la instrucción. Él no señala los lugares correctos, en el terreno él mismo no se ha ubicado”, dijo.
El jurista explicó que de la ITO participaron el Ministerio Público, los tres imputados con sus abogados, la víctima con su abogado, la Defensoría de la Niñez de la ciudad de El Alto y la Defensoría del Pueblo.
En ese contexto, Campero señaló que pedirán la reconstrucción de los hechos ya que supuestamente el lugar donde le habrían hecho comer heces fecales era una cancha, y en ese lugar practican jiu – jitsu, por lo que está limpia de piedras o cualquier tipo de excremento de animales.
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