Cuatro militares de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) fueron denunciados por formar parte de un grupo que a pesar de ser procesados penalmente o contar con permisos especiales por años cobran salarios sin presentarse a trabajar, según documentos a los que EL DIARIO tuvo acceso.
En estos documentos que hacen a la denuncia, está el caso del sargento primero, técnico, Diego Richard Cocarico. C., destinado a la “Letra E” de disponibilidad desde el 24 de octubre de 2014.
El sargento estaría destinado a esta letra por estar sometido a proceso en la Justicia Militar, debido al abandono arbitrario de su fuente laboral en la gestión 2013, previo proceso sumarial por deserción. Su destino en la letra “E” es refrendado en las órdenes de destinos vigentes para las gestiones 2015 al 2018.
De acuerdo con la Ley Orgánica de las Fuerzas Armadas (Lofa), el sargento Cocarico debió estar en la letra “E” solo hasta octubre de 2016. Pero la denuncia señala que sin asistir a labores, el subalterno “extrañamente aparece destinado en el Grupo Aéreo ‘83’, incluso ganando bono de frontera”.
CASO CÁMARA
El segundo caso es referido al teniente coronel Cristhian Miguel Cámara, quien figuraba como personal con “Licencia Máxima” (dos años) desde el 12 de agosto de 2016 y la gestión 2017, tiempo en el cual cumplió funciones en el Gobierno Departamental del Beni como director del Comité de Operaciones de Emergencia Departamental (COED).
Según la información de los medios locales, a quienes brinda reportes sobre las emergencias climatológicas, Cámara continúa como director del COED, en contradicción con el rol de Orden de Destinos de esta gestión, que lo señala como asignado a la V Brigada Aérea en Trinidad.
CASO CURCUY
El tercer caso es del teniente coronel Miguel Ángel Curcuy, que también figura con “Licencia Máxima” desde el 02 de octubre de 2010 hasta octubre de 2016 y que, a diferencia de Cámara, no se incorpora al servicio activo en la fecha respectiva pero continúa figurando en la Orden de Destinos de 31 de diciembre de 2016 vigente para la gestión 2017.
Es decir, la licencia máxima de Curcuy excede por casi tres meses el tiempo establecido pero sigue figurando con el privilegio. Para la gestión 2018, figura como destinado en la Inspectoría del Comando General de la Fuerza Aérea.
La denuncia señala que Curcuy realizaba actividades de fumigación para una empresa que tiene su base cerca de Cuatro Cañadas, en Santa Cruz, y tiene lazos familiares con el alto mando de la FAB.
SALARIOS IRREGULARES
El cuarto caso refiere cobro de salarios irregulares y “Licencia Máxima”, que corresponde al mayor René Filipovich, cuya denuncia señala que también sobrepasó la fecha de su permiso y se reincorpora el 31 de diciembre de 2017 destinado al “Grupo Aéreo 51”.
La Gobernación del Beni y la FAB aún no han emitido pronunciamiento sobre posibles discrepancias del cobro de salarios.
NORMATIVA
La Lofa señala que todo militar sometido a la Letra “E” de Disponibilidad es aquel que ha sido “sometido a proceso en la Justicia Militar u Ordinaria. En ambos casos el tiempo de permanencia en este destino será de dos (2) años.
El destino a la Letra “E” se efectuará después de haber concluido el Sumario con Auto de Procesamiento. “Estas situaciones no privarán al militar del goce de sus haberes existentes y beneficios sociales que le correspondan”.
En relación a la “Licencia Máxima”, el artículo 91 de la Lofa señala que es la separación temporal del Servicio Activo concedida al militar a solicitud personal, por un tiempo que no exceda a dos años, siempre que hubiera cumplido quince (15) años de permanencia en el Servicio Activo; en caso de sobrepasar el plazo señalado será pasado al Retiro Obligatorio. Durante el tiempo de su licencia no percibirá ningún haber, tampoco será computable para ascenso ni para efectos de jubilación. La licencia máxima será concedida por una sola vez en toda la carrera militar.
Hasta el cierre de edición de esta nota, el Comando General de la FAB no emitió ninguna aclaración sobre las consultas realizadas por EL DIARIO.
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