Thursday, May 10, 2018
Wednesday, May 9, 2018
FFAA Investigan 5 casos de violencia intrafamiliar
Durante el primer cuatrimestre de este año, las Fuerzas Armadas (FFAA) registraron cinco denuncias de hechos de violencia intrafamiliar, atribuidos a varones miembros de la institución castrense, informó el comandante en jefe, almirante Yamil Borda Sosa.
“En el cuatrimestre tenemos cinco casos (de violencia) están en sumario”, declaró el Almirante, tras aclarar que estos casos se encuentran en proceso interno, porque todas las denuncias de esta naturaleza se someten a sumario informativo que, incluyendo evaluación y representaciones, puede tomar unos 30 días en tener un dictamen.
No obstante, puntualizó que los hechos registrados son aislados y cada uno de ellos se encuentra en las vías correspondientes.
LEY Nº 348
Borda remarcó que en cumplimiento a la instrucción de las FFAA, emitida para toda la organización militar (las tres fuerzas Ejército, Fuerza Aérea y Naval), se concientiza a los uniformados respecto a la no violencia hacia la mujer y sobre otros temas sociales.
“En la curricula militar se trata de la Ley 348 (contra la violencia hacia la mujer), la Ley 262 (contra la trata de personas) y la 045 (contra el racismo) y que diariamente se destina una media hora de la instrucción a reflexionar a los miembros de las FFAA sobre estos temas.
Informó que al interior de las tres fuerzas se tienen directivas que disponen trabajar temas como derechos humanos, lucha contra la violencia, problemas de género, ley de la discriminación; los jefes militares deben dar cumplimiento a estas recomendaciones.
El almirante Borda remarcó que tales directivas son también parte de la instrucción militar en los cuarteles, en las que se recomendó sobre todo trabajar en el buen trato, buena convivencia y temas de género, sobre lucha contra la violencia intrafamiliar.
ENCARCELADO PREVENTIVAMENTE
El mes pasado, el teniente del Ejército Pablo M. C. fue denunciado por su esposa de haberla agredido hasta provocarle una grave herida en la cabeza. El uniformado fue aprehendido y detenido preventivamente en la cárcel de Montero, en Santa Cruz.
El jefe militar aun no dio a conocer resultados sobre el sumario anunciado contra Pablo M. C., se limitó a decir que un proceso sumarial dura al menos 30 días para llegar a un fallo.
“En el cuatrimestre tenemos cinco casos (de violencia) están en sumario”, declaró el Almirante, tras aclarar que estos casos se encuentran en proceso interno, porque todas las denuncias de esta naturaleza se someten a sumario informativo que, incluyendo evaluación y representaciones, puede tomar unos 30 días en tener un dictamen.
No obstante, puntualizó que los hechos registrados son aislados y cada uno de ellos se encuentra en las vías correspondientes.
LEY Nº 348
Borda remarcó que en cumplimiento a la instrucción de las FFAA, emitida para toda la organización militar (las tres fuerzas Ejército, Fuerza Aérea y Naval), se concientiza a los uniformados respecto a la no violencia hacia la mujer y sobre otros temas sociales.
“En la curricula militar se trata de la Ley 348 (contra la violencia hacia la mujer), la Ley 262 (contra la trata de personas) y la 045 (contra el racismo) y que diariamente se destina una media hora de la instrucción a reflexionar a los miembros de las FFAA sobre estos temas.
Informó que al interior de las tres fuerzas se tienen directivas que disponen trabajar temas como derechos humanos, lucha contra la violencia, problemas de género, ley de la discriminación; los jefes militares deben dar cumplimiento a estas recomendaciones.
El almirante Borda remarcó que tales directivas son también parte de la instrucción militar en los cuarteles, en las que se recomendó sobre todo trabajar en el buen trato, buena convivencia y temas de género, sobre lucha contra la violencia intrafamiliar.
ENCARCELADO PREVENTIVAMENTE
El mes pasado, el teniente del Ejército Pablo M. C. fue denunciado por su esposa de haberla agredido hasta provocarle una grave herida en la cabeza. El uniformado fue aprehendido y detenido preventivamente en la cárcel de Montero, en Santa Cruz.
El jefe militar aun no dio a conocer resultados sobre el sumario anunciado contra Pablo M. C., se limitó a decir que un proceso sumarial dura al menos 30 días para llegar a un fallo.
Wednesday, May 2, 2018
Tuesday, May 1, 2018
El exdictador percibía sueldo y nunca fue dado de baja de FFAA
Frank Campero, el que hasta ayer fuera apoderado y abogado de Luis García Meza, confirmó que el exdictador mantuvo su sueldo de militar y nunca fue dado de baja de las Fuerzas Armadas.
“Todo se mantiene porque él jamás ha sido dado de baja, ha muerto como general porque ha pasado a la reserva pasiva y recién vino el juicio (por el golpe de Estado)”, afirmó el jurista. Asimismo, señaló que García Meza gozaba de otros beneficios al margen del salario como bonos militares y asistencia en COSSMIL, entre otros.
Esos beneficios se tradujeron por última vez ayer en su velorio, pues su cuerpo fue despedido en la iglesia castrense de Irpavi. Sus restos iban a ser cremados.
Estos últimos cinco años García Meza estuvo internado en el hospital de COSSMIL de forma indefinida, pues su abogado consiguió un recurso mediante el cual se aceptó que por motivos de salud el expresidente de facto debía ser asistido de forma constante en el nosocomio.
El fin de semana, Campero contó que cuando fue internado en COSSMIL la última vez, él en persona llegó hasta la cárcel de Chonchocoro a recoger las pertenencias de su cliente. A partir de 2013 no salió del hospital y nunca más volvió a estar preso.
No obstante, su prisión fue una de las mejores. En un operativo que se hizo en julio de 2013 se descubrió que García Meza tenía un espacio de detención más grande que las demás celdas. En él, el exdictador tenía un parrillero, una lavandería, se instaló un gimnasio, baño privado y obviamente su dormitorio.
En la carta que dejó a Bolivia, el exdictador refiere que todas las cosas que tenía en Chonchocoro fueron autorizadas por Régimen Penitenciario.
El fin de semana, la familia del fallecido dijo, a través de su abogado, que esperaba que las Fuerzas Armadas le rindan un homenaje, pero no hubo ninguno. Pero un comunicado del Ministerio de Defensa señala que no corresponde darle homenajes porque fue dado de baja.
“El general García Meza debería recibir los honores como general de las Fuerzas Armadas, dos veces comandante del Colegio Militar, comandante del Ejército, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”, reclamó ayer el jurista y apoderado.
Contó que su defendido benefició a su institución con mejores sueldos, bonos y dio a la Policía Boliviana la posibilidad de que sus miembros lleguen al generalato. “Finalmente (debía ser homenajeado) por un poco de consideración de todo lo que él ha sido”, refirió Campero.
Quienes se acercaron a rendirle honores son sus camaradas y compañeros de curso. “Que quede en la historia que (los demás) no han sabido darle las gracias a quien hasta hoy día les ha dado un mejor sueldo para que puedan asistir a sus familias”.
En el documento de ocho páginas que firma García Meza luego de escribirlo, señala que su detención en Bolivia fue más política y que no tiene ningún delito por qué pagar en el país. “Yo no maté ni robé”, asegura.
Sin embargo, el fiscal Javier Flores informó que si bien la investigación por legitimización de ganancias ilícitas y enriquecimiento ilícito contra el exdictador se archivará, las pesquisas que se tienen activadas contra sus cuatro familiares continuarán. “Los hechos que investiga el Ministerio Público son a base de las personas, el fallecimiento de una de ellas no afecta al resto”.
Las cartas que dejó, para el pueblo boliviano y para su familia, ya fueron entregadas; pero aún falta algo por hacer público. Estos últimos años García Meza escribió sus memorias que fueron guardadas por su abogado, quien anunció que se encargará de organizarlas con fotos y con datos del fallecimiento de su cliente para publicar un libro.
“Todo se mantiene porque él jamás ha sido dado de baja, ha muerto como general porque ha pasado a la reserva pasiva y recién vino el juicio (por el golpe de Estado)”, afirmó el jurista. Asimismo, señaló que García Meza gozaba de otros beneficios al margen del salario como bonos militares y asistencia en COSSMIL, entre otros.
Esos beneficios se tradujeron por última vez ayer en su velorio, pues su cuerpo fue despedido en la iglesia castrense de Irpavi. Sus restos iban a ser cremados.
Estos últimos cinco años García Meza estuvo internado en el hospital de COSSMIL de forma indefinida, pues su abogado consiguió un recurso mediante el cual se aceptó que por motivos de salud el expresidente de facto debía ser asistido de forma constante en el nosocomio.
El fin de semana, Campero contó que cuando fue internado en COSSMIL la última vez, él en persona llegó hasta la cárcel de Chonchocoro a recoger las pertenencias de su cliente. A partir de 2013 no salió del hospital y nunca más volvió a estar preso.
No obstante, su prisión fue una de las mejores. En un operativo que se hizo en julio de 2013 se descubrió que García Meza tenía un espacio de detención más grande que las demás celdas. En él, el exdictador tenía un parrillero, una lavandería, se instaló un gimnasio, baño privado y obviamente su dormitorio.
En la carta que dejó a Bolivia, el exdictador refiere que todas las cosas que tenía en Chonchocoro fueron autorizadas por Régimen Penitenciario.
El fin de semana, la familia del fallecido dijo, a través de su abogado, que esperaba que las Fuerzas Armadas le rindan un homenaje, pero no hubo ninguno. Pero un comunicado del Ministerio de Defensa señala que no corresponde darle homenajes porque fue dado de baja.
“El general García Meza debería recibir los honores como general de las Fuerzas Armadas, dos veces comandante del Colegio Militar, comandante del Ejército, comandante en jefe de las Fuerzas Armadas”, reclamó ayer el jurista y apoderado.
Contó que su defendido benefició a su institución con mejores sueldos, bonos y dio a la Policía Boliviana la posibilidad de que sus miembros lleguen al generalato. “Finalmente (debía ser homenajeado) por un poco de consideración de todo lo que él ha sido”, refirió Campero.
Quienes se acercaron a rendirle honores son sus camaradas y compañeros de curso. “Que quede en la historia que (los demás) no han sabido darle las gracias a quien hasta hoy día les ha dado un mejor sueldo para que puedan asistir a sus familias”.
En el documento de ocho páginas que firma García Meza luego de escribirlo, señala que su detención en Bolivia fue más política y que no tiene ningún delito por qué pagar en el país. “Yo no maté ni robé”, asegura.
Sin embargo, el fiscal Javier Flores informó que si bien la investigación por legitimización de ganancias ilícitas y enriquecimiento ilícito contra el exdictador se archivará, las pesquisas que se tienen activadas contra sus cuatro familiares continuarán. “Los hechos que investiga el Ministerio Público son a base de las personas, el fallecimiento de una de ellas no afecta al resto”.
Las cartas que dejó, para el pueblo boliviano y para su familia, ya fueron entregadas; pero aún falta algo por hacer público. Estos últimos años García Meza escribió sus memorias que fueron guardadas por su abogado, quien anunció que se encargará de organizarlas con fotos y con datos del fallecimiento de su cliente para publicar un libro.
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