Luego de tres noches de dormir en las afueras del Batallón de Transporte, Moisés Justiniano (17), del colegio Mariscal Sucre, está ansioso por iniciar el servicio. “Me gusta hacer ejercicios y mis amigos me han comentado de las instrucciones de defensa personal, tácticas de combate, campamentos y sobrevivencia en el monte”, dice.
Víctor Carrillo (16), de La Guardia, también quiere comenzar a vivir lo que su hermano, que se graduó hace dos años, le ha comentado.
Lucas Cuéllar (19) ya concluyó el servicio en el regimiento Naval y dice que aprendió a apreciar el tiempo con sus padres y amar a la patria. “En el colegio no cantaba el himno y era rebelde. En la ‘pre’ aprendí a respetar a las personas y a los símbolos patrios”, asegura.
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