Los cerca de cuatro mil efectivos militares, entre soldados y oficiales, que se desplazaron a lo largo del recorrido de ingreso y salida de la competencia del Dakar, tuvieron que soportar temperaturas extremas a fin de cumplir con el propósito de garantizar la seguridad de propios y extraños que acudieron hasta ese lugar para presenciar dicha competencia automovilística.
Según fuentes del Comando del Ejército el personal desplazado hasta esa región del sur del país, “soportaron frío extremo más aun cuando determinación asumida por los organizadores de cambiar la ruta de la carrera”.
“Este cambio de ruta hizo que se ejecutaran planes de contingencia de manera inmediata, movilizando tropa, materiales y vehículos desde Uyuni hasta Playa Blanca, Incahuasi, Isla del Pescado y Llica”.
El Ejército desplegó efectivos desde que los competidores ingresaron a Bolivia por la zona de Pisiga, hasta la salida que se registró por la región de Avaroa (frontera con Chile); dando estricto cumplimiento a las especificaciones y regulaciones de la Amaury Sport Organization (ASO).
La Dirección de Tecnologías de Información y Comunicaciones, por su parte, en apoyo a la competencia internacional dentro el territorio boliviano, garantizó el enlace y la comunicación entre el personal de seguridad y los organizadores y ejecutó la instalación de equipos en todo el tramo boliviano.
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