El cuerpo de William Grágeda Arispe (18) del Batallón de Infantería
Marina de Puerto Quijarro (Santa Cruz), que falleció el pasado viernes
cuando realizaba ejercicios de rutina, llegó ayer al departamento para
que sus familiares le den cristiana sepultura.
El
tío político del joven fallecido, Jhony Balderrama, indicó que por
decisión de la familia no autorizará la realización de la autopsia de
ley. “Ahora que ya se fue, pedimos que quien busque la veracidad del
caso sea el señor de arriba”, aseguró.
Sin embargo,
pidió la cooperación con una banda y un sepelio con honores a la Policía
Militar porque el joven falleció prestando servicio a la patria.
Además, solicitó una explicación pública de lo sucedido al encargado del
grupo del batallón.
El cuerpo llegó en un vuelo de
Transporte Aéreo Militar (TAM). Un grupo de uniformados de la naval
esperaba con una ambulancia para trasladar el ataúd hasta el municipio
de Sacabamba de donde era oriundo. El comandante del batallón de
Infantería de Marina Quinto Calama, Limber Fernández, explicó que el
deceso de Grágeda ocurrió cuando realizaba actividad física en el curso
de Policía Militar.
“No era la primera vez que
trotaba, eran seis meses que trotaba, pero cuando retornaron del trote
se desvaneció. Lo que determinó el médico forense de allá con un miembro
de la Felcc es que le dio un paro cardiaco, sin que se haga ninguna
autopsia porque no fue autorizada por los familiares”, explicó
Fernández.
Asimismo, aclaró que no hubo ningún golpe
externo que haya podido provocar su muerte, como en un principio se
estimó. Uno de los hermanos del fallecido pidió a las autoridades tomar
las previsiones necesarias para que no vuelva a ocurrir lo mismo.
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