Tuvo el sueño de vestir el uniforme militar pero no pudo lograrlo porque abruptamente le truncaron su vida. El cadáver de Carmen Rosa Mollo Ayllón de 17 años, fue hallado ayer en la mañana sin vida en un barrando del sector de Cota Cota, en cercanías a Pucarani, Provincia Los Andes en el departamento de La Paz.
De acuerdo con los informes preliminares la joven habría sido abusada sexualmente, además de ser golpeada. Se dijo que presentaba lesiones en distintas partes del cuerpo, en especial la cabeza. Por el testimonio de la madre el cadáver de la joven estaba al interior de una bolsa de yute que fue abandonado al interior de un barranco.
Como resultado de este lamentable hecho de muerte, dos uniformados, ambos pertenecientes al regimiento en Achacachi fueron arrestados ayer por los investigadores de la división Homicidios de la fuerza anticrimen de La Paz, quienes se constituyeron en dicha unidad militar para hacer el arresto respectivo y luego tomar sus declaraciones.
Según sus familiares Carmen salió el viernes 29 de agosto, como lo hacía todos los fines de semana para cumplir con un anhelo, vestir el uniforme militar para ello se trasladaba hasta el cuartel en Achacachi y cumplir con su instrucción de premilitar.
La madre, María del Carmen Ayllón, dijo que fue el último día que la vieron con vida. “Era antigua y ya llegaba su licenciamiento”, dijo impotente ante la desgracia que le tocó vivir.
“Mi hija ha ido al premilitar hasta Achacachi. Los instructores la han matado a mi hija. Son los mismos instructores”, sostuvo la madre que yacía sentada sobre un bloque de cemento en los predios del Hospital de Clínicas donde se encuentra el depósito de cadáveres.
Contó a EL DIARIO que su hija había ido a Achacachi en compañía de su prima, de quien dijo retornó, en horas de la tarde, a su casa sola.
“Le pregunté de la Carmen y me dijo que no la había visto”. Sin embargo, luego la misma joven contó que los instructores del cuartel la amenazaron para que no cuente nada porque si lo hacía la lastimarían.
Mientras todo eso ocurría en la Morgue, los otros familiares de la joven se encontraban en instalaciones de la fuerza anticrimen para formalizar la denuncia y evitar que los uniformados sospechosos sean liberados.
“Quero que se haga justicia”, fue la última expresión que lanzó doña Carmen antes de ingresar al depósito de cadáver ayer a las 20.45.
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