Wednesday, July 9, 2014

Familiares, la principal angustia de dos suboficiales detenidos

Los suboficiales Freddy Sucojayo y Franklin Colque coinciden por separado, cada uno desde la celda en la que están detenidos preventivamente, que una de sus principales preocupaciones es el bienestar de sus familiares, con quienes ya no se encuentran.
El primero tiene dos hijos, uno de siete años y otro de nueve meses, además de su esposa Zulema Quispe, quien comenta que el suboficial está "deprimido y angustiado por dejar desamparados” a los menores. El segundo no tiene hijos, pero mantiene a sus padres, explica la secretaria general de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Paz (APDHLP), Verónica Sánchez.
Ella formó parte de una comisión que ingresó ayer a verificar la situación de los militares detenidos en la Primera Brigada Aérea de El Alto desde el pasado 2 de julio, a decisión de una jueza del Tribunal Permanente de Justicia Militar.

El grupo acudió en respuesta a una denuncia de trato "denigrante y discriminador” presentada por un familiar de Sucojayo, quien indicó: "Los llevaron a celdas improvisadas; alrededor del recinto hay custodia de 20 policías militares, un bidón de aceite Fino les sirve como urinario en el mismo cuarto, restringen las visitas”, entre otras cosas.
Ambos son procesados por sedición y motín, cuando en marzo y abril participaron en las movilizaciones de los militares de bajo rango para exigir un mejor trato de sus superiores.
"A Colque yo lo noté un poco más afectado, es la situación de encierro en la que se encuentran y la preocupación por sus familiares”, diría después el responsable del Área Socioterapéutica del Instituto de Terapia e Investigación (ITEI), Andrés Gautier, "aunque es difícil conocer el estado de cada quien porque unos son más proclives a expresarse que otros”.


Al anuncio de la visita de la comisión acudieron tres jefes militares: el comandante de la Primera Brigada Aérea, Róger Vaca; el segundo comandante, Guillermo Pérez, y el comandante del Grupo de Artillería y Defensa Antiaérea, José Coca.
Los coroneles aseguraron, antes de acceder a la visita, que se hicieron "todas las mejoras” en "los calabozos” para que hagan de celdas de los detenidos.
Las celdas o "jaulas improvisadas”, según las llamó el abogado de los suboficiales, Alberto Costa Obregón, están a pocos pasos del ingreso del recinto militar, detrás de una red metálica sujeta a delgados troncos, en la que se apoya un banner que impide la visibilidad.
Según una fuente anónima, pusieron esto para un mejor aislamiento, para impedir que militares de bajo rango conversen con los detenidos, lo que podría generar nuevas movilizaciones.
La celda de Sucojayo es, según el reporte de la comisión, "amplia”, de 5x2 metros aproximadamente. La de Colque es más pequeña, de 3x2 metros.
Las paredes color crema y techos azulados de ambos recintos despiden olor a recién pintado, muestra de ello son también los baldes de pintura que hasta ayer permanecían allí.
Ambos detenidos tienen un catre de una plaza con frazadas, una mesa y libros. Están abrigados porque allí "se siente el frío”, dice Sánchez. También hay alimentos secos que les llevan sus familiares y reciben las tres comidas diarias de la tropa: desayuno, almuerzo y cena.
Cuando se les pregunta sobre su situación coinciden, también por separado, en que los primeros días fueron más difíciles. Deben responder en presencia de dos jefes militares: Coca y Pérez. "No era el momento adecuado para que puedan hablar, porque los oficiales estaban escuchando y estaban presentes”, dijo Gautier.
"Siempre es una situación difícil que los detenidos hablen en presencia de sus carceleros, por así decirlo”, añadió Sánchez.

Lo que sí dijeron los suboficiales es que esperan reunirse con sus familiares, que obtengan una respuesta favorable en sus audiencias de cesación a la detención preventiva que se realizarán en la semana y que sus procesos por "sedición” continúen mientras ellos estén en libertad.

DDHH confirma mejoras en las celdas

La comisión de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos nacional y departamental confirmó las mejoras realizadas en las celdas de los dos suboficiales, quienes guardan detención preventiva en la Primera Brigada Aérea de la ciudad de El Alto.
Después de recibir una misiva en la que se denuncia las condiciones "denigrantes y discriminatorias” en las que se encontraban los militares de bajo rango Freddy Sucojayo y Franklin Colque, ayer, tras una verificación, se comprobó que las autoridades militares hicieron cambios, como informó el lunes el director de Comunicación de la Fuerza Aérea Boliviana, Julio Rojas.
Los recintos fueron pintados, se instaló agua caliente en las duchas del baño que comparten y al parecer se habría eliminado el bidón de aceite Fino en el que orinaba Sucojayo.
"Las condiciones en las que se encuentran son aceptables, mejor incluso que muchos otros recintos penitenciarios, como es el caso de San Pedro”, subrayó el psicoterapeuta Andrés Gautier.

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